Este blog, fue creado con profundo amor y está dedicado a los Mensajeros de Dios, la Hueste Angélica, que a cada momento de nuestra vida nos rodean, protegen y guían con su infinito Amor.-

19 de abril de 2015

19 DE ABRIL, NUESTRA SEÑORA DEL VERDÚN

ORIGEN DE LA DEVOCIÓN:
El Presbítero José De Luca fue el Cura Párroco de Minas desde Noviembre de 1891 hasta abril de 1906. Fue él quien concibió la idea, en el año 1900, de colocar una estatua de la Virgen en uno de los cerros que rodean la ciudad.
La imagen se traería de Montevideo y se colocaría sobre una columna de seis metros de alto.-

RESEÑA HISTÓRICA
El primer poblador del paraje fue un vasco francés de nombre Juan Bautista Berdum, a quien el gobierno de España donó esos campos en el año 1801; por esa razón los vecinos luego lo llamaron Verdún.
Hacia el año 1900 eran propietarios del Cerro Doña Maria Ariza de Dartavete y su esposo Don Pedro Dartayete. El Padre De Luca les solicitó permiso para colocar una estatua de la Virgen en la cumbre.
Doña María Ariza ayudó a la Obra del Verdún, facilitando su casa para dejar la estatua conseguida en Montevideo, hasta su colocación, prestó además su carreta para subir los materiales para el pedestal.
El mismo día que en la plaza principal de Minas se abrían los cimientos del grandioso monumento a Lavalleja, del Escultor Ferrari, sobre la cumbre del Cerro del Verdún, se colocaban las primeras piedras del sencillo pedestal en honor de María Inmaculada.
En la revista “Industria y Comercio” de Montevideo de abril del 1901 se podía leer lo siguiente: “....Por iniciativa del Cura Párroco, Don José De Luca, el 19 de Abril próximo se inaugurará una hermosa estatua de la Virgen, sobre un pedestal…”
Sin embargo, debido a la gran lluvia del día 19, la inauguración se realizó el domingo 21 de Abril de 1901. Vino una gran peregrinación de Montevideo en tren expreso, ya que por ese entonces no existían carreteras ni autos.
La peregrinación fue presidida por Monseñor Mariano Soler. Después de la Misa campal, el Arzobispo bendijo el pedestal. Asistieron más de 3.000 peregrinos.
Desde entonces se siguieron con algunas interrupciones las peregrinaciones hasta nuestros días.
Al año siguiente el Papa León Xlll concedía a los peregrinos del Verdún la Indulgencia Plenaria: “Habiéndose colocado, según hemos sabido, la imagen de la Bienaventurada Virgen María Inmaculada en su Concepción, sobre la cumbre del cerro “Verdún” que mira a la ciudad de Minas en la jurisdicción de la Arquidiócesis de Montevideo… Nos, para aumentar la religión de los fieles y salud de las almas, con piadosa caridad, usando los celestes tesoros de la Iglesia concedemos misericordiosamente en el Señor, “indulgencia plenaria y remisión de todos sus pecados a todos y a cada uno de los fieles cristianos de ambos sexos que visitaren dicha imagen en un día del año elegible al arbitrio de cada cual…” (Dado en Roma el 10-12-1902).

ESTATUA Y TEMPLETE ACTUAL:
En el año 1906, Monseñor Soler encargó al Arquitecto D. Cayetano Bringas el proyecto del Monumento a la Virgen en la cumbre del Verdún.
Proyectó tres grandes pilastrones que representaban las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad. Iban rematados por ángeles con los símbolos de las virtudes. El todo formaba una pirámide de base triangular, símbolo de la plegaria que asciende y encima, un globo terráqueo de cinco metros, sostenido por tres ángeles cuyas alas abiertas medían siete metros, y la estatua de la Inmaculada de nueve metros de alto. Total altura del monumento: 45 metros.
Al año siguiente del fallecimiento de Monseñor Soler, el día 4 de Junio de 1907 se colocó la piedra fundamental del Monumento actual.
El fallecimiento inesperado del Arzobispo hizo que la obra se detuviera.
Pero en el año 1909 se pensó realizar el monumento, tomando como base el citado proyecto reduciéndolo a un tercio. Fue encomendado al ingeniero Dr. Andrés Rius, radicado en Minas.
El 18 de Noviembre de 1909 una numerosa peregrinación en tren expreso trajo la estatua actual que mide 3 metros 15 de alto, costó 7000 pesos y fue traída de Francia, Monseñor Isasa bendijo la imagen.
El 19 de Abril de 1910 se inauguró el Templete actual con una grandiosa fiesta.
Siendo Párroco el Padre Oscar Andrade, la sucesión Dartayete ofreció en venta la parte que ocupa actualmente el camino, adquisición que felizmente se llevó a cabo.
En el año 1947 por su iniciativa se construyeron las estaciones del Via Crucis, costeado por familias y comercios de Minas.
Una Comisión de homenaje al Padre Olegario María Núñez, el poeta de la Virgen propuso colocar al pie del Calvario, los restos del querido poeta de Minas fallecido el 4 de enero de 1932, se basaba esta decisión en una estrofa de su poesía al Verdún que decía: “Y en un repliegue de tu serrania mi humilde ceniza se estremecerá”.
El Padre Andrade, colocó también la piedra fundamental de la primitiva capilla en la falda del cerro, en enero de 1943.
En 1957 es nombrado primer Obispo de Minas, Monseñor José María Caballero y quiso llevar adelante la idea de Monseñor Soler.
Con el mismo entusiasmo que los anteriores, el Monseñor Meny y Monseñor Caballero, comenzaron a construir el camino de ascensión. Se llevó a cabo la instalación eléctrica y se perforó un pozo artesiano.
Terminada la Obra de reforma de la Catedral, Monseñor Meny, resolvió retirarse de la Parroquia e irse a vivir al Verdún. Para ello hizo construir una casa habitación junto a la Capilla, de ese modo aseguró la Misa dominical en la Capilla del Cerro del Verdún.
Monseñor Carlos Mullin, tercer Obispo de Minas, dio un paso gigante en todo lo que se refiere a convertir el Verdún en un centro de oración.
Primero hizo construir una nueva Capilla mirando hacia la cumbre del Cerro (1975).
Desde ella se contempla a la Virgen mientras se celebra la misa y en caso de grandes peregrinaciones, la cuesta sirve de anfiteatro al aire libre desde donde se puede seguir la Misa.
Luego en 1977, transformó la primitiva Capilla en una casa de Ejercicios Espirituales de dos plantas, se perfeccionó la iluminación de la Virgen que como faro brilla todas las noches.

CELEBRACIONES
La celebración anual de la fiesta, el 19 de Abril, reúne más de 80 000 peregrinos y con ellos toda la Conferencia Episcopal del Uruguay; pero a lo largo del año y sobre todo los domingos de verano son muchos los peregrinos que suben a la cumbre del Verdún para venerar a la Virgen.
Desde el comienzo la festividad se programó para el día 19 de Abril por ser el día del desembarco de los Treinta y Tres Orientales, dirigidos por Juan A. Lavalleja, nacido en Minas.
La fiesta vincula así la gesta-patria de la Independencia de 1825 con el patrocinio de la Virgen María.
Por la afluencia ininterrumpida de peregrinos desde 1901, la Conferencia Episcopal Uruguaya, mediante un Decreto del 15 de abril de 2010, erigió el Santuario como Santuario Nacional de Nuestra Señora del Verdún.










5 de abril de 2015

SALUDO DE PASCUA



DOMINGO DE PASCUA O DE RESURRECCIÓN

El Domingo de Pascua, también llamado Domingo de Resurrección o Domingo de Gloria es el día culminante de la Semana Santa y la fiesta central del cristianismo en la que se celebra la Resurrección de Jesús al tercer día de haber sido crucificado.

El Domingo de Resurrección marca el final de la Semana Santa y el comienzo de un período liturgico de cincuenta días conocido como Tiempo Pascual, que finaliza con el Domingo de Pentecostés.

La Resurrección es un elemento fundamental de la religión cristiana al punto que San Pablo escribió “Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe”

La palabra Pascua significa “paso”, queriendo significar el paso de Jesús de la muerte a la vida.-


Juan 20: 1-9

El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro. Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». 

Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó, pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.